El que busca encuentra...

viernes, 12 de enero de 2024

Gare du Nord


 Anduve sus pasillos, sus escaleras, sus amplios halls; los quais se volvieron mi pan de cada fin de semana, y sus múltiples líneas de metro y RER mi principal modo de descubrir la Ville Lumière

Algo de fantástica tenía esta estación, en donde desde el alba hasta la medianoche los habitantes de París se movían con facilidad, algunos con prisa y otros, como yo, sin mayor destino que el descubrimiento constante y continuo, y sin mayor prisa que la de llenarme de experiencias nuevas a cada paso. Allí en donde se detenía mi tren (originado al norte y pasando por Enghien-les-Bains) se abría una enorme galería semi-abierta que dejaba entrar toda la luz y vientos, y la gran mayoría de los pasajeros buscaban bajar lo antes posible para salir corriendo a encontrar sus respectivas conexiones en los diferentes sub-niveles bajo tierra. Yo, por lo general, dejaba pasar a todo mundo y me bajaba a mi tiempo, tranquilo, escuchando alguna canción recién descubierta y notando al señor siempre sentado y rodeado de palomas, los otros pasajeros esperando trenes para volver a los suburbios, las tiendas en su completo desorden ordenado -periódicos, cigarros, galletas, bebidas, etcétera-.  

Me resulta emocionante y curioso a la vez, todo este nuevo aprendizaje y adaptación a este medio de transporte por vías férreas que me era completamente ajeno en México. Veo que esta sociedad gala lleva décadas acostumbrada a la rapidez, la eficiencia, las conexiones, por dónde subir y por donde bajar, qué línea tomar, cómo acomodarse en los vagones, etc. Yo, neófito en este arte, me tomaba mi tiempo inspeccionando mi mapa de los metros y RERs de París (que me acompañó durante mi año entero) para no errar el destino, la dirección, la parada o la conexión. De hecho, hace poco visitando a mis padres tuve la ocasión de husmear entre mis viejas cajas de recuerdos y de reencontrarme con ese mismo mapa, el mapa que recorrió conmigo probablemente miles de kilómetros bajo los túneles de las vías férreas parisinas, ahora carcomido y frágil, y me trajo un maremoto de emociones fuertes, imágenes veloces en mi mente de aquel muchacho curioso y hambriento de Francia y su cultura, su arquitectura, su joie de vivre

Por lo general me gustaba bajar de mi tren y caminar hacia línea 4 del metro, dirección Porte d´Orléans*, porque podía bajarme en la estación Cité y alzar los ojos directamente a la Catedral de Notre Dame, bellísima, histórica y majestuosa, alzándose orgullosa bajo los cielos de París. Cabe decir que para hacerle justicia a mis aventuras por esa ciudad, tendría que escribir probablemente un libro o, por lo menos, algunas crónicas menos mediocremente documentadas, por lo que lo dejaré para otra ocasión.  

Recuerdo también las veces en que la Gare du Nord, normalmente mi punto de partida para descubrir la capital, se convirtió en refugio y alojo y me trajo tranquilidad todas esas noches en que, por andar demasiado distraído aquí o allá, perdido en algún punto de la ciudad, no me percataba de que tenía que haber estado ya tomando algún metro de vuelta a ella para poder tomar el último tren nocturno con dirección de vuelta a Enghien/Montmorency. Era toda una escena de película, verme bajando escaleras corriendo, saltando al interior del metro al momento en que cerraba sus puertas, contando las estaciones impacientemente para, en cuanto se abrieran las puertas, salir disparado al resto de mi traslado de vuelta a través de estaciones-conexión o escaleras eléctricas ya para estas horas vacías. Recuerdo llegar a la estación apenas rozando, tenso por la posibilidad de perderme ese último tren que me llevara de vuelta al hogar, pero ya el saberme allí me traía paz, sólo quedaba trotar hacia ese quai de siempre desde donde saldría mi tren de la línea H, probablemente vacío y silencioso, pero lleno de este corazón vibrante, acelerado y agradecido por un día más descubriendo la magia de París. 



*Veo que hoy día, casi 18 años después, la Línea 4 ahora baja hasta una nueva estación "Bagneux-Lucie Aubrac*