Savita, Puneesh, Sarika, Gurleen, yo, Astha y Rajesh |
Recién llegado al Alto Comisionado de Canadá en India, una de las primeras personas que me tocó tratar fue un señor de corta estatura, barbón, usaba su turbante y de un físico "tosco". Todas las mañanas, más temprano que qualquier otra persona, Gurleen estaba ya sentado dándole al trabajo, buscando nuevas formas de mejorar nuestros métodos, verificando datos, leyendo noticias. Al principio me pareció serio de más y poco amigable, pero con el paso del tiempo me fui dando cuenta de que era alguien cálido, risueño, inteligente y amistoso.
Hoy me han compartido que ha fallecido, y espero que vaya y se reencuentre en paz con sus ancestros, de quienes estaba tan orgulloso. Gracias por las memorias Gurleen Singh Anand, un hombre a simple vista duro como su rostro, pero por dentro dulce como el té que bebimos en innumerables ocasiones.