Fin de Aventura

Hola a todos!

Este pasado fin de semana fue -como todos saben- un largo fin que nos trajo paz y tranquilidad después del segundo periodo de examenes. Para muchos fue un fin de semana de mero reposo, para otros fue de llenar el estómago con alcohol, pero para nosotros fue de aventura y múltiples actividades.

Participantes: Teresa Batista, Radoslav Hiko, Mafer Maxil, Ale Ramos y yo. En menor medida también Luis Daniel Espinosa, y en menor medida aún Abraham, Chema, Lucy, Madame Weez, Paolos, Kari, Roxy, Hija de Gorila, etc.

Las diversas situaciones fueron divididas en 4 apartados (probablemente 1 por día).

A) Viernes de festejo para Tessy en Coyoacán
El viernes en la noche fuimos un numeroso grupo de personas a festejar a Tessy por su reciente cumpleaños y victoria al irse a Washington DC, así que fuimos en diversos vehículos al dichoso Coyoacán, en donde pasamos una agradable noche en un lugar cuyo nombre no puedo recordar. Probablemente era algo como "la casa del cuervo" o "el hijo del cuervo" o algo que no tiene nada que ver con lo anterior, pero que por alguna razón me suena mucho un cuervo.
Esa noche estuvo buena, lo malo fue que en el lugar no vendían nada que no fuera alcohol, así que pasé buena sed un rato, hasta que me acompañó una amiga a comprar mi botellita de agua. Sano como el tomate.
Más adelante por eso de la 1.30 am fuimos a unos tacos que yo desconocía y que quedan cerca de mi hogar, 15 pesos una como gringa muy pero muy sabrosa que llena el estómago de manera suficiente.

B)Sábado en Metepec
El sábado partimos Rado, Tessy, Ale y yo rumbo a la buena Metepec. El trayecto fue agradable y mientras nosotros escuchabamos música y reíamos, los otros dos charlaron o no sé qué. Al llegar, la situación se vio pausada por la falta de transporte hacia Metepec desde donde nos dejó el camión, pero la solución fue tomar otro camión hacia casa de Ale.

Ese día fuimos al tradicional, rústico y típico pueblo de Metepec, entre artesanías, callecitas, el cerro, las 3 iglesias que cerca de allí se encuentran, los bosques del cerro y demás cosas fueron lo que nos llenó el corazón y la tarde de gratos momentos.

En la noche se llevó a cabo la no-tan-tradicional-pero-sí-atípica-y-deliciosa Cena en Las Poblanitas, cocinada por la tremebunda Madame Weez, madre de Mafer "Cordera" Maxil. Esa noche nos reunimos muchas personas; fue agradable reencontrar personas que no había visto hacía más de 1 año, o tal vez 2. Aunque bueno me doy cuenta que dejé grandes amistades allá en Metepec, y cada que voy a ese lugar a cenar me topo con recuerdos, personas y suculenta comida.

C) Domingo en el Nevado de Toluca
Ese día LuisDaniel partició colateralmente al prestarnos su vehículo para subir las faldas del famoso Nevado. Él no quiso ir por razones ajenas a nuestra voluntad de diversión y unidad, pero pues aún así nos divertimos mucho. El trayecto fue muy tranquilo, Rado, Tessy, Mafer, Ale y yo nos encargamos de soportar la larga fila de vehículos intentando subir al volcán, así que entre sol, tierra, cánticos y desesperaciones logramos subir a un nivel decente.
Ya de allí caminamos y subimos todos a un paso diverso pero constante. Realmente fue cansado, pero la recompensa no se dio a esperar y la nieve pronto nos llenó el paisaje de un blanco puro. Rado tenía intenciones de seguir subiendo, pero fue claro que muchos de nosotros no teníamos las mismas intenciones que él. Mafer tenía intención de hacer un mono de nieve que terminó siendo fabricado por un grupo externo de jóvenes que hicieron a un Oso.
Tessy no tenía intención clara así que acompañó a Rado más arriba.
Ale y yo sólo teníamos intención de pasarla bien, pero esa intención místicamente se transformó en una batalla mortal de bolas de nieve, persecusiones y nalgas mojadas. Y uno que otro beso fresco y de complicidad.

Más tarde, al volver, decidimos preparar una pasta rica y cenar viendo Hércues.

D) Lunes de Rancho y Caballos
El lunes despertamos precipitadamente porque había que irnos al Rancho de un tío de Ale en Jilotepec (¿cierto?). Al no estar a tiempo listos, nos fuimos con Memo y Mariana (hermana de Ale) con quienes pasamos un rato agradable en la ruta, larga sin suponerla tanto. Pero hubo buena música, buen rato para descansar y la llegada al rancho fue solitaria, al darnos cuenta de que no había nadie más que el velador/trabajador/encargado del rancho.
Nos instalamos, el lugar es muy amplio, tiene una como casa de 3 pisos por un lado, y hacia el otro es una constante bajadita que lleva al lugar en donde se corren los caballos, tipo rodeo (redondo).
Las caballerizas albergan a unos 6 o 7 mamíferos equinos, un par de los cuales son realmente imponentes y bellos: propuse que el negro "El Prieto", debería llamarse "Satanás", porque el nombre le va muy bien y lo hace ver más poderoso de lo que ya es.
Montamos cada quien a la misma yegua, que resultó muy tranquila salvo en una ocasión en la que se le alborotó a Ale quien traía al bebé Nico. Fue peligroso pero no pasó a mayores. Rado y Tessy fueron muy respetuosos al montar, y su paso fue tranquilo. Yo me quise aventurar a darle algo de velocidad y adrenalina, y efectivamente la recibí: la yegua corrió, trotó y volvió mis intestinos y mis nervios algo tan fácil de manipular como ella quiso. Pero me la pasé realmente bien sobre ella, bajé algo pálido y con las piernas temblando, he de admitir.

En conclusión, el fin de semana nos dio mucho que hacer, muchos gratos momentos y múltiples sonrisas y lugares en donde compartirlas. Agradezco a quienes participaron de mi fin de semana, y ya saben que nuestra diversión es sana pero inolvidable :D

*Foto de Rado.

Mi Lejano nido de Amor

He aquí unas cuantas fotos de mi alcoba. Mi dominio. Mi refugio. Mi cueva. Mi reino. Mi lejano nido de amor.

Clóset, cama, par de muebles y es más que suficiente.

Me hace falta...

Hola!

Hacía algo de tiempo que no escribía, ¿contradictorio? haber dicho la última vez que me gusta mucho escribir, y no hacerlo sino hasta ¿una semana después? En fin, así ha sido esto.

En este momento tengo un revoltijo de sentimientos, de anhelos, de antojos, de ganas de:
estar en el Desierto de los Leones con Ale, de jugar Twister en casa de Janeth, de beber vino con Rubén, de reírnos en la sala de Mimí, de escuchar Celtas Cortos con Tío, de tocar la canción de Daniel, de discutir con Ale "Villa", de tomar una nubecita con Hielus, de saludar honorablemente a ElRay, de escuchar a Angel y Cris hablar de Cristo, de improvisar con Sergio Carnal, de cantar Bad Romance con Ara/Zavala, de ver alguna pelicula en el cuarto de (y con) Rafa, de decir "ándele" con Netupper, de acompañar a Aldo a llevar gente ebria a sus casas, de tomar un cafecito con Aracely, de mamasear en Creel, de patinar con Chow, de ser formal con la Delegada, la compañía de Edith Márquez, de que Fabiola Porci me cuente su vida, de saludar con respeto al Doctor Fercho, de escuchar a Gabo cantar "Festin Celestial", de reirme y alburear con Iván, de percibir la energía de Jimmy, de hablar en inglés con Jing y aprender de China, del sarcasmo y ratos con Kenia, de reirme de la risa de La Vale, de estar en cabina con Luisa, de atacarnos de risa con las bromas de Melissa "Man", de lo random pero agradable que es charlar y ver fumar a Pablo Laphunk, de ver a Piló ser madre cariñosa, del buen humor de Sahira, de compartirle música a Sindy Cuan Men, de enterarme de qué le pasa a Tere Jiménez y reirnos de ello, de aventurarme con Jean y decir WTF, de los coqueteos de Juan H. Hinojos, de la sencillez de Little Robert Jaramillo, de charlas interesantísimas con el Dr. Fernández, de perder en cartas con Julia, ir a Kaldi con Carmen... Me hace falta todo esto y la familia.

Pero lo mejor de todo es saber que te hace falta algo, porque lo anhelas más, lo aprecias más, lo saboreas más, te aferras menos a las personas pero al mismo tiempo te unes más con ellas.
Supongo que así son las relaciones humanas, entre complejidades, despedidas, llegadas (¿Se han puesto a pensar -como en Love Actually- en la gama inmensa de sentimientos y vivencias que ocurren en los aeropuertos, centrales de autobuses, etc?) y reencuentros. Amistad, amor.

Y aún y cuando acá tengo excelentes amigos tanto en la gran ciudad como en Metepec, después de todo cada persona que deja una huella en tu vida, pues deja precisamente eso, una huella, y te encantaría que volviera a pisar ese rincón de tu alma que pisó alguna vez...

Reflexión sobre el escribir

Me gusta escribir.

Porque es una manera de dejar fluir tanta idea, tanto pensamiento, deseos e historias.

Porque me escucho a mi mismo, y luego decido cómo sonaría mejor, sin tener que trabarme necesariamente a la hora de hablar.

Porque no me corrige nadie, porque yo analizo, descubro, opino y decido pasarlo a letras comprensibles.

Porque después de todo, la escritura (y el lenguaje en sí) son la más grande creación del ser humano; y yo al igual que tú, soy uno de ellos.

Porque puedo agarrar una hoja, escribir, garabatear, tachar, ver cómo se ve mejor una palabra; si en manuscrita o normal, imaginar firmas de personas famosas o históricas, imaginar que en varias décadas mi firma significará y valdrá mucho más de lo que vale ahora.

Porque la perfecta manera en que mis dedos se contraen y toman la pluma me fascina. Y más cuando dejo de poner atención a lo que estoy escribiendo, y me fijo en el movimiento de mis manos, tan controlado, tan fluido, tan certero.

Porque escribir mi nombre me da orgullo; me recuerda a mis padres y ellos me llenan de orgullo y cualidades. Al igual me recuerda a mis abuelos, y las características por las que cada uno ha sabido sobresalir en este mundo. ¿cómo sobresaldré yo?

Porque puedo hacer rimas, hiatos, diptongos, conjugar, añadir rimbombantes adjetivos calificativos a sustantivos vacíos, poner acentos, equivocarme, darme cuenta y hacerlo mejor.

Porque escribo cartas (a mano y por este medio) a amigos que me contestan. Precisamente la escritura me ha permitido relacionarme tan bien con tantas excelentes y valiosas personas. Todo por medio de la palabra escrita.

Porque muchas veces mis manos y la pluma son capaces de decirte cosas que frente a frente no puedo; porque por medio de mi escritura te has ido dando cuenta de quién soy realmente, qué anhelo y cómo me aferro a enamorarte con algunas frases de vez en cuando.

Por todo esto, y probablemente por todo aquello que vendrá a mí gracias a la escritura, me gusta seguir escribiendo.