El que busca encuentra...

domingo, 29 de abril de 2018

Las fauces del Lobo (incompleto)

Yo mismo me acerqué a las fauces
sin temer ser devorado.
Con el afán único,
con el afán ingenuo
de transformar
las ahora fauces
en los ayer labios.

Constante,      sigiloso,           expectante
busqué, sobre todo, amansarle
consciente de la peligrosa empresa
pues bien sé de hace tiempo que
lo que ahora son fauces, besaron
y lo que ayer eran labios, hoy muerden.