El que busca encuentra...

domingo, 29 de agosto de 2010

Pensamientos revueltos


+¿Por qué me es tan difícil dejar ir los fines de semana?
+¿Cuantas servilletas usaré durante mi vida? ¿Usar servilletas quiere decir que no abrí suficientemente la boca para que entrara la comida?
+Carajo, me gusta demasiado -tal vez con connotación demasiado positiva, no negativa- el grupo Beirut. Ese Zach Condon es de lo más grande que ha dado este nuevo milenio.
+Oh mosquitos, son ustedes demasiado jodelones. Los maldigo. Vayan a chupar la sangre de alguien que merezca ser jodido. No conmigo.
+Me dio gusto que fuéramos a lo de tae-kwan-do de Diorella, pudimos acompañarla aunque fuese a cenar gratis. Pude romper mi primera tabla con un letal y certero golpe de mano derecha. ¿Hubiera podido con la izquierda?
+¡Cómo disfruto la música de Cirque du Soleil! Me gustaría formar parte de eso algún día de mi vida, creo que si puedo lograrlo.
+¿Por qué tanta gente que es tan inteligente y racional, vuelven la religión parte fundamental de sus vidas? ¿Por qué y cómo creer en algo que nadie ha vuelto para comprobarnos? ¿Qué señales debo buscar en mi andar diario para asegurarme de que existe o no un ser supremo?
+Me gustaría que el azar juegue conmigo y me encuentre con alguien que esté por deshacerse de un acordeón o un ukulele y pueda yo comprarlo en un precio muy accesible.
+Quiero dejar una carta dentro de una botella contando mis secretos a algún individuo que por casualidad encuentre la botella semi-enterrada en la arena, mientras pasea descalzo por la playa.
+¿Alguien sabe en dónde y cómo puedo crear mi propia cajita musical con alguna melodía mía?
+Mi madre tiene un corazón enorme; me da gusto y agradezco -¿a la vida? ¿a alguien superior?- que sea capaz de repartir tanto amor, que muchas veces nos hace falta recibir. Su sonrisa es algo digno de observar
+Extraño los años en Juárez en que llegaba mi tío, agarraba un gis, nos salíamos al patio, y con ese gis trazaba los límites de las más increíbles pistas de carreras para carritos de juguete. Extraño cómo modulaba su voz y su misma emoción al vernos tan adentrados en el juego. ¿Habrá hecho trampa para dejarnos ganar? ¿Era bueno yo? Recuerdo que mi hermano tenía una fijación por los carritos, qué alegre se ponía al abrir una cajita de Matchbox o de Hot Wheels.
+Hubiera estado muy bien que alguien más tocara el bajo cuando interpretamos "Así es tu amor" de Daniel Medicci. Creo que esa canción tenía potencial para ganar. Malditos errores una y otra vez del tipo ese.
+Yo, cuando acaricio mi mustaccio me pregunto si realmente soy yo aquel niño que leía "Querido Señor Henshaw"; aquel niño que solía poner una y otra vez canciones de Mireille Mathieu, tales como "Tous les enfants chantent avec moi", o "Acropolis Adieu"; aquel niño que escribía en su diario irrelevancias como "hoy tengo frío" -¿qué tan relevante pudo ser haber sentido frío en tantas ocasiones?-; aquel niño que creció teniendo el pelo quebrado y en un abrir y cerrar de ojos -o de cambiar tanto de ciudades- lo notó chino; aquel niño que soñó en tantas ocasiones poder jugar basketball, y tras hacerlo, decidió salirse del equipo; aquel niño que nunca tuvo la oportunidad -o al menos no lo recuerdo- de escuchar tocar piano a mi abuelo Enrique; aquel niño que no pudo disfrutar sus vacaciones en Huatulco por estar recientemente operado de los oídos; aquel niño que se asomó en un par de ocasiones al baño de mujeres en kinder, espiando a la niña más bonita -pero probablemente vacía-; aquel niño que fue alumno de Emma Luisa y que hoy le gustaría platicar con ella; aquel niño que extrañó tanto a Jerónimo cuando se perdió; aquel niño que al enterarse que se iría a vivir a Metepec, tomó una cruz tarahumara de su habitación e imploró a Jesús que le diera un buen trabajo a mi padre en Chihuahua; aquel niño que en alguna ocasión subió al segundo piso -un tanto abandonado- del rancho de los Alzaga y vio un baúl que llamó su atención, y que nunca volvió a ver; aquel niño que sobrevivió a la tromba de inicios de los 90s en Chihuahua; aquel niño que tanto disfrutó -y disfruta- las películas de Disney; aquel niño que disfrutó con su hermano un inolvidable paseo en cuatrimoto en Majalca con el tío Rubén; aquel niño que jugaba con aquel otro niño de al lado, y que tenía asma, y cuya casa estaba infestada de cucarachas; aquel niño que se emocionó por Toño López Jr. cuando éste se la cantó "a las 12 del día" a Alejandra Calles; aquel niño que cantó junto con Arnulfo la canción "Beauty on the tv screen", de Lou Bega; aquel niño que en una ocasión obtuvo el 3er lugar de natación en Ciudad Juárez; aquel niño que disfrutaba secretamente las locuras de Darius, y que muchos años después se dio cuenta de cuánto le gustó siempre su hermana; ¿Soy aquel niño? o mejor preguntado, ¿Soy el resultado de ese niño y sus experiencias? ¿Qué tienen que ver mis recuerdos con mi reciente mustaccio?
+Tengo tantas ganas de ser padre, de ver crecer a mi hijo o hija. Creo que en la vida no hay evento o situación que te llene tanto como ver sonreír al hijo, verlo hablar, verlo andar, verlo asombrarse con el mundo, cargarlo o cargarla en un parque sobre hojas secas, abrazarlo. Decirle "te quiero" y escuchar con impaciencia su respuesta al oído.
+Gracias por esos besos fríos Dear, gracias por acurrucarte, por ser crítica, por invitarme a ser mejor en tantos aspectos, por tomar mi -en tantas ocasiones- sudorosa mano y caminar a mi lado, por abrirme los ojos ante tantas cosas que me gustan y que disfruto sin si quiera estar consciente de ello.
+Así como me gustaría estar disfrutando de un día de campo en Santa Isabel, tengo unas locas ganas de aventurarme a profundidad en Aix-en-Provence, me gustaría que Helene y Alain me recogieran de nuevo en la Gare.
+¿Qué hubiera sido si hubiera nacido 8 años antes? ¿Habríamos gozado juntos ese seg. 34?
+¿Cuantos pasos he dado a lo largo de mi vida? ¿Cuantos kilómetros he avanzado por mi propia cuenta? ¿Qué país podría ya haber recorrido este motor que es mi vida?
+No puedo estar más satisfecho de tener los amigos que he ido conociendo a lo largo de mi vida. Creo que el instinto, o ese vacío que busca ser llenado ha sabido encontrar las personas indicadas para ir llenando cada uno de esos espacios que de una u otra manera me han llevado a reafirmarme como soy, y reafirmar a tantos otros. No puedo más que agradecer a todos y cada uno de los amigos y amigas que han venido (o he llegado a ellos) con la mera intención de andar juntos este camino increíble y a la vez satisfactorio que es la vida...

Todo esto, y mucho, mucho más, es este pequeño mundo que soy.

Foto: LEAS por Jerome Dastroy, Belgique 2007.

domingo, 22 de agosto de 2010

Fin Diverso

Este fin de semana fue uno muy especial, me trajo grandes momentos, risas, abrazos de reencuentros, música agradable, chocolate caliente, se fue la luz, y demás. Veamos qué aconteció.

El viernes saliendo de clases tomé el tren ligero con Tessy, y nos dirigimos hacia Tasqueña, cada quien con intenciones diferentes: por un lado ella iría a pasar la noche a casa de su tío, y por el otro yo iría a pasar el fin de semana a Metepec.
El trayecto fue agradable, bromeando como siempre sobre "En esta ocasión le traigo a la venta la pluma de moda, pluma para chicos y grandes que le contiene un calendario 2010 y las tablas de multiplicar, 5 pesooos". En Chabacano (metro) nuestros caminos se separaron y yo tomé el que va rumbo a Tacubaya. Allí me bajé y salí a la calle a buscar un "pesero" que te lleva hacia Santa Fé, en donde quedé de verme con Luis Daniel (conocido como Negro) para irnos a Metepec en su vehiculo.
Fue un buen viaje que nos dio oportunidad de ponernos al tanto sobre nuestros semestres, sobre el amor, sobre la búsqueda de la felicidad, sobre qué haríamos esa noche.
Llegamos a su hogar ya en la noche (digamos, 9pm) y allí estaba Abraham esperándonos. Nos alistamos y salimos al centro de Metepec a pie, para ir a cenar algo tradicional y barato como tacos, enchiladas o pambazos. Llévele, llévele, claro que si con mucho gusto.

Cenamos muy rico en el cerro de Metepec, al rato llegaron Gorila y Ale Varela y yo partí rumbo a casa de Ale por ella. Caminamos hacia el centro, y los encontramos en un barecillo tomando unas "León". Allí estuvimos el resto de la noche, pero nos dimos cuenta que traíamos actitud senil y un tanto fatigados, tomamos la ruta de regreso en el Bocho de Gorila. Nos despedimos, ji-ji-jí, ja-ja-já y quedamos de vernos al día siguiente, de ser posible.
Para este entonces serían aproximadamente la 1.30 am, dormimos cual bebés, pero tuvimos que despertar temprano porque habíamos quedado de ir a desayunar con amigos de la prepa y de la vida a las 9am. Así pues desperté yo, me duché, desperté a negro, se duchó, caminamos hacia un punto "estratégico", en donde Paola Ibañez nos recojió.
Llegamos al restaurante "Madero", con comida muy sabrosa, y allí esperamos a que llegaran Rodolfo Carrillo y Pilar Suárez, ambos compañeros de la preparatoria en Campus Toluca, como Paola. Fue muy grato verlos a todos, platicar, reir, dibujar (ratas, wtf!), compartir cómo van nuestras vidas, etcétera. Nos pasaron las horas sin darnos cuenta, y nos disfrutamos mucho.

Paola nos dio aventón a unos pendientes amistoso-bizarros de Luis Daniel, y me prestó amablemente el disco "Le BEST of Cirque du Soleil", con el que me sacó un par de sonrisas. Ahora bien, después de eso -pero un poco más al rato- me dormí un rato en casa de Negro, llegó Ale con su sobrino Nico, y nos dispusimos a comer con la familia de Negro. Acto seguido, tras pasear un poco a Nico por la colonia enseñándole los perros de ésta, nos fuimos (Negro, Ale, Nico y yo) a casa de Ale a ver una película: "A good year" (Crowe, Cotillard).
La película iba muy bien hasta que se fue la luz, pero fue de esas veces que no te molesta tanto porque estás bien acompañado y parece que disfrutarás haciendo cosas diferentes con tu amigo y tu novia. Entre estas cosas, las mencionables son: te espanta Luis Daniel al esconderse tras los sillones en un momento en el que Ale y yo dejamos de ponerle atención. Nos perturbamos, observamos -o intentamos- en la oscuridad, pero no sabemos en donde rayos se ha metido, de la nada lanza una cobija a volar pero por un instante -sólo por uno- pensé que el tipo habia saltado con increíble destreza. Not, sólo lanzó una cobija que nos propinó un tremendo susto.
Otro de los sucesos que destacan de esa falta-de-luz fue que hicimos chocolate caliente de Oaxaca -Mayordomo- que sabía muy rico; prendimos velas, lo preparamos, y charlamos un buen rato disfrutando ese sabor mexicano.
Tras disfrutar de ese chocolate nos subimos todos a acostar un rato, muy agradable así con todo y Nicolás en medio de nosotros. Calientitos, "cálida trinchera" cantarían los Celtas Cortos.
La noche fue agradable, fresca pero padre.
Esta mañana despertamos tarde, y más bien nos hicimos de comer temprano unos nuggets, papas a la francesa y una pasta recalentada. Suficiente para el estómago.
Comimos terminando de ver la de A good year, que trata sobre un hombre de negocios cuyas preocupaciones no dan cabida a ser feliz con la herencia de su tío: un viñedo al sur de Francia. Sin embargo la vieja Francia -y una francesa- se encargan de cambiarle su modo de ver las cosas.
Mi conclusión: deseo de todo corazón poder comprar algún viñedo en algún punto de mi vida, o en su defecto poder trabajar en uno.

La pasé muy bien con todos los amigos que vi este fin, y quedamos entonces en que nos organizaremos para hacer un desayuno casero a la próxima. Buen inicio de semana!

martes, 10 de agosto de 2010

L´été 2010 est fini


Como una discreta lluvia que llega sin avisar, y que se va de la misma forma, el verano se ha ido.
Los últimos días del semestre anterior fueron días agradables, soleados, en compañía de Rado, Jana, Tessy, Jean y Mafer. Después de la despedida de los amigos eslovacos, y de su respectivo regreso a Eslovaquia, el evento que siguió fue el cumpleaños de Diorella.
En este evento la pasamos muy bien, tocamos música, canturreamos, comimos deliciosos platillos preparados en su mayoría por ella, tomamos fotografías insolentes simulando la Última Cena...
todo fuera por celebrarla a ella en su cumpleaños, que esperamos haya sido de su agrado.

El resto de días que quedaron antes de mi regreso a Chihuahua los pasé en Metepec, en compañía de Ale, Paolos, Jean, Luis Daniel y Mafer. Hubo una cena en las famosísimas Poblanitas, en donde pasamos los últimos ratos agradables antes de despedirnos por los respectivos viajes.
Por un lado Mafer se iba a Estados Unidos, un tiempo a Florida, otro tiempo no sé a donde más. Por otro lado Jean continuaría sus aventuras por el centro del país, Ale se iría a Oaxaca a hacer su servicio social, y yo volvería al nido familiar chihuahuense.

El 25 de Mayo, Ale obtuvo permiso de Luis Daniel de conducir su vehículo y llevarme al aeropuerto de Toluca, desde donde despegaría en Interjet. La despedida fue agradable, emotiva, y graciosa. El vuelo fue tranquilo, y en 2 horas estaba ya reencontrandome con mi padre y mi hermano (quien por cierto había crecido mucho durante ese semestre).
El clima era agradable, hice preguntas sobre la violencia, sobre cómo iban las cosas, y llegamos al hogar, a abrazar a la Sacrosanta madre.
Esa noche cené con mi familia y con Mimí, quien fue invitada sorpresivamente por mi madre para compartir mi llegada.

Mis días en Chihuahua fueron muy agradables; desperté tarde, dormía noche, veía tele con mi padre, vimos películas, conocí mi nuevo hogar que parece una casa en el campo, tuvimos tareas para salvar un pino del jardín, conocí a las tortugas de mi madre, me tocó volver a manejar a Bernardo el de la Colina (el Bocho), pasar por Marielo e ir por algo rico al Mandala, aclarar y re-amistar con Ana, tomar vino y comer queso con el Tocayo Villavicencio, platicar con los amigos, tocar música con el Carnachas, hablar insolencias con Ara, disfrutar al Dany Boy y sus puntadas, descubrir el mejor sabor de té Arizona con O Tío Shack, hablar portuñol con éste último, acompañar a Rubén en sus proyectos de Jacales, salir con frecuencia con Jorge y tener interesantes charlas, salir con Fabiola y charlar y planear maldades, jugar risk con Villeneuve, su hermana y la Mujer Agatha Morgana, convivir con Piló y Angel Rodrigo en Santa Isabel, festejar a Aldus Huxley, reencontrar a Juan H. Hinojos, jugar fútbol con Janeth y otros tantos Dioses del deporte como Rulo, ir a visitar al Chow en Delicias, tomar café en Kaldi, nadar en la alberca de Tessy, en fin, hubo de todo.

El mundial de fútbol llamó a todos los mexicanos a "ponerse la verde", o al menos a apoyar a la selección en los partidos que llegó a jugar. Fue una verdadera lástima verlos perder ante Argentina, pero fue emocionante ver a Alemania doblegar a los pibes. El ya conocido viaje veraniego a Creel no se hizo esperar, en donde pasamos momentos muy agradables mi madre, mi hermano y yo (en corta compañía de Daniel), paseamos por Arareko que se volvió un lugar para mi tranquilidad mental y del alma, jugamos dominó con las Falomir Aguilera y Falomir Enríquez, y tuve agradables charlas y risas con Sahira y su familia.

El fútbol se hizo tradición, en múltiples ocasiones armamos las "retas" en la Cantera, canchas que vieron la evolución de nuestros jugadores conforme nos quemaba el sol los cráneos, caras y brazos. Tío Shack se proclamó portero novato del verano (y ponchador de balones), The Kid lució con buena puntería, Daniel dejó claro que el alma se deja en la cancha, Janeth dominó con goles a todo hombre que la enfrentó, el Niño Torres nos despedazó, Rulo paró tiros como los grandes, Rubén trajo de vuelta al atleta que llegó a ser en preparatoria, yo supe darle buen tiro al balón que se coló varias veces a la portería, en fin, todos nos volvimos seleccionados mundialistas en La Cantera.

Disfruté mucho a mi familia durante todo el tiempo, compartí como hacía tiempo no con Lord, con mi madre y mi padre platiqué agusto, así como con el abuelo. El 15 de Julio me despedí de mi padre, de mi hermano unos días antes, y mi madre me llevó al aeropuerto, en donde debería tomar el avión de vuelta a Tolubeach, dejando atrás nuevamente Chihuahua.

Pasé un par de días con la Cordear, Madame Weez, Wozz y Henrich. Obtuve una cajita musical de "La vie en rose" que suena sumamente bonito, y fingimos un secuestro por parte de mi hermana a mí, en donde pedía rescate a Ale. No fue del todo satisfactorio ni logrado.
El 17 fue la boda de Gaby, hermana de Ale, con Jaime "Pol". Fue una buena boda, linda misa, me dio gusto acompañar a la familia y en especial estar con Ale, bailar, gozar, cenar rico y reir con las puntadas de "Lo que se puede o no hacer en una boda, y cómo los meseros te podrían controlar". Bailamos mucho con la hermana pequeña de Ale y sus primos menores, así como con la "Tía Chivis", e incluso ir lado a lado al ritmo de Sr. Ramos.

Un par de días después me despedí de la Cordear -quien partió 1 semestre a Montreal-, y me llevó a tomar un camión que me llevaría a la central del norte del DF, en donde tomaría camión nocturno rumbo a Oaxaca, Oaxaca. Arribé a las 4am a tal ciudad, al hogar provisional de Ale, en donde todos dormían cual piedra. Esos días en Oaxaca fueron básicamente de disfrutar con Ale, conocer los lugares más representativos, y festejar mi cumpleaños al lado de mi cómplice. Recomiendo ampliamente el MUFI, museo de filatelia (timbres postales). Llovió bastante, dormimos mucho, vimos películas (el ABC del amor, recomendada también), tomamos camiones, taxis pero en general nos tocó disfrutar de los beneficios de la Guelaguetza. Dreamdays with you, Opus 36 de Marie Antoinette queda como soundtrack, ahora que lo recuerdo todo. (Nota personal).

Volví de Oaxaca y me quedé unos días con Regina Aguilera, a quien no había visto en todo el semestre anterior, y con quien me la pasé muy bien, agusto, lindo hogar, buena compañía familiar. Reímos con las simpleces de Notting Hill, jugamos basta con su novio, y platicamos hasta altas horas de la noche. Por cierto, interesante su perro llamado Jack, quien no ladra y es tan amigable como se puede desear.

Esos días busqué hogar en la Gran Ciudad, la búsqueda fue dura pero no tanto como pudo haber sido, muchos hogares estaban ya ocupados, muchos no estaban amueblados, pero al final Tessy logró pasarme el contacto de una señora que estaba dispuesta a enseñarme lo que nos proponía como nuevo hogar, pero que le hacía falta mano de obra y trabajos, y que bueno terminó siendo la propuesta, ya que es como un lugar muy agradable, 2 cuartos, cocina, baño y estancia muy acogedora.

Finalmente pasé el resto de mis días en Metepec, pero también en México, puesto que falleció el abuelo de Ale, mejor conocido como El Chato, y acompañé a la familia en esta situación difícil. Después de lo más duro, pasamos días agradables con Gaby y Pol, con quienes nos quedamos a dormir un par de ocasiones viendo películas hasta altas horas de la noche, desayunando delicioso (manzana cortada, yogurt blanco, chocolate hersheys y chispas de chocolate, por ejemplo). Igualmente convivimos con otra de las hermanas de Ale; Tiri y su esposo Memo, con quienes fuimos "de compras" y a comer muy rico. También hubo un poco de trabajo en el Salón Guelavía, en donde Luis Daniel, Ale, Majo y yo nos encargamos de divertir a los niños con diversos juegos. No puedo omitir el hecho de haber tocado un poco de guitarra con Sr. Ramos, quien disfrutó de nuestro reciente éxito "Mal Amigo", creada por Negro, Ale, Majo y yo.
El último día antes de entrar a clases, dícese antier domingo, Ale me ayudó a llevar todas mis cosas que estaban en su hogar a casa de Madame Weez y Wozz, quienes fueron demasiado amables al traerme al nuevo hogar y esperar conmigo a que llegara la señora.

Ahora nos encontramos viviendo esta nueva parte de la aventura que se llama Ciudad de México, en un hogar en la calle Unidad, en lo que Tessy bautizó como el Depto. de la Amistad. Los recovecos van agarrando forma, se va llenando de humor, música y vida...todo aquel que guste acompañarnos, será más que bienvenido a compartir con nosotros este pedazo de tierra que parece -por momentos- un pedazo de Chihuahua.

El verano se ha ido, los momentos quedan grabados en la maravillosa memoria, las risas, las bromas, el portuñol, las charlas, la compañía, el apoyo, el cariño familiar, el sol de Chihuahua y todo aquello que viví en Oaxaca y Metepec llegó para formar parte de este pequeño mundo que soy.

*La imagen se llama Der Wanderer über dem Nebelmeer, "El caminante sobre el mar de nubes", de Caspar David Friedrich