El que busca encuentra...

domingo, 22 de agosto de 2010

Fin Diverso

Este fin de semana fue uno muy especial, me trajo grandes momentos, risas, abrazos de reencuentros, música agradable, chocolate caliente, se fue la luz, y demás. Veamos qué aconteció.

El viernes saliendo de clases tomé el tren ligero con Tessy, y nos dirigimos hacia Tasqueña, cada quien con intenciones diferentes: por un lado ella iría a pasar la noche a casa de su tío, y por el otro yo iría a pasar el fin de semana a Metepec.
El trayecto fue agradable, bromeando como siempre sobre "En esta ocasión le traigo a la venta la pluma de moda, pluma para chicos y grandes que le contiene un calendario 2010 y las tablas de multiplicar, 5 pesooos". En Chabacano (metro) nuestros caminos se separaron y yo tomé el que va rumbo a Tacubaya. Allí me bajé y salí a la calle a buscar un "pesero" que te lleva hacia Santa Fé, en donde quedé de verme con Luis Daniel (conocido como Negro) para irnos a Metepec en su vehiculo.
Fue un buen viaje que nos dio oportunidad de ponernos al tanto sobre nuestros semestres, sobre el amor, sobre la búsqueda de la felicidad, sobre qué haríamos esa noche.
Llegamos a su hogar ya en la noche (digamos, 9pm) y allí estaba Abraham esperándonos. Nos alistamos y salimos al centro de Metepec a pie, para ir a cenar algo tradicional y barato como tacos, enchiladas o pambazos. Llévele, llévele, claro que si con mucho gusto.

Cenamos muy rico en el cerro de Metepec, al rato llegaron Gorila y Ale Varela y yo partí rumbo a casa de Ale por ella. Caminamos hacia el centro, y los encontramos en un barecillo tomando unas "León". Allí estuvimos el resto de la noche, pero nos dimos cuenta que traíamos actitud senil y un tanto fatigados, tomamos la ruta de regreso en el Bocho de Gorila. Nos despedimos, ji-ji-jí, ja-ja-já y quedamos de vernos al día siguiente, de ser posible.
Para este entonces serían aproximadamente la 1.30 am, dormimos cual bebés, pero tuvimos que despertar temprano porque habíamos quedado de ir a desayunar con amigos de la prepa y de la vida a las 9am. Así pues desperté yo, me duché, desperté a negro, se duchó, caminamos hacia un punto "estratégico", en donde Paola Ibañez nos recojió.
Llegamos al restaurante "Madero", con comida muy sabrosa, y allí esperamos a que llegaran Rodolfo Carrillo y Pilar Suárez, ambos compañeros de la preparatoria en Campus Toluca, como Paola. Fue muy grato verlos a todos, platicar, reir, dibujar (ratas, wtf!), compartir cómo van nuestras vidas, etcétera. Nos pasaron las horas sin darnos cuenta, y nos disfrutamos mucho.

Paola nos dio aventón a unos pendientes amistoso-bizarros de Luis Daniel, y me prestó amablemente el disco "Le BEST of Cirque du Soleil", con el que me sacó un par de sonrisas. Ahora bien, después de eso -pero un poco más al rato- me dormí un rato en casa de Negro, llegó Ale con su sobrino Nico, y nos dispusimos a comer con la familia de Negro. Acto seguido, tras pasear un poco a Nico por la colonia enseñándole los perros de ésta, nos fuimos (Negro, Ale, Nico y yo) a casa de Ale a ver una película: "A good year" (Crowe, Cotillard).
La película iba muy bien hasta que se fue la luz, pero fue de esas veces que no te molesta tanto porque estás bien acompañado y parece que disfrutarás haciendo cosas diferentes con tu amigo y tu novia. Entre estas cosas, las mencionables son: te espanta Luis Daniel al esconderse tras los sillones en un momento en el que Ale y yo dejamos de ponerle atención. Nos perturbamos, observamos -o intentamos- en la oscuridad, pero no sabemos en donde rayos se ha metido, de la nada lanza una cobija a volar pero por un instante -sólo por uno- pensé que el tipo habia saltado con increíble destreza. Not, sólo lanzó una cobija que nos propinó un tremendo susto.
Otro de los sucesos que destacan de esa falta-de-luz fue que hicimos chocolate caliente de Oaxaca -Mayordomo- que sabía muy rico; prendimos velas, lo preparamos, y charlamos un buen rato disfrutando ese sabor mexicano.
Tras disfrutar de ese chocolate nos subimos todos a acostar un rato, muy agradable así con todo y Nicolás en medio de nosotros. Calientitos, "cálida trinchera" cantarían los Celtas Cortos.
La noche fue agradable, fresca pero padre.
Esta mañana despertamos tarde, y más bien nos hicimos de comer temprano unos nuggets, papas a la francesa y una pasta recalentada. Suficiente para el estómago.
Comimos terminando de ver la de A good year, que trata sobre un hombre de negocios cuyas preocupaciones no dan cabida a ser feliz con la herencia de su tío: un viñedo al sur de Francia. Sin embargo la vieja Francia -y una francesa- se encargan de cambiarle su modo de ver las cosas.
Mi conclusión: deseo de todo corazón poder comprar algún viñedo en algún punto de mi vida, o en su defecto poder trabajar en uno.

La pasé muy bien con todos los amigos que vi este fin, y quedamos entonces en que nos organizaremos para hacer un desayuno casero a la próxima. Buen inicio de semana!

No hay comentarios:

Publicar un comentario