El que busca encuentra...

lunes, 13 de octubre de 2014

Vuelves [Ampliación]

Caminabas con él a tu lado, yo me acerqué solitario
Cada paso me aceleró el alma, la vida
Allí estabas, de nuevo frente a mi, bella, misteriosa
Como temiendo que tras haberme dejado, yo estallaría.

Tú también temblabas (los nervios se pueden controlar,
los sentimientos genuinos no). Un abrazo sincero, algunas
pocas palabras. Un beso que nos debemos de hace años.
Un beso que nos regalamos, que nos tranquiliza, que es
insuficiente, pero es, al menos, un fugaz redescubrimiento
de quienes fuimos, de quienes seríamos a partir de ahora.

Me acerco a tu oído, algo estoy por compartirte, por susurrarte
pero me gana el recuerdo del tacto en tu rostro y te siento:
mis dedos te recorren y tú te estremeces, yo por dentro me
desvanezco; no es posible que tenga tantas ganas de ti,
después de tantos años, después de tanto, después de nada de tu parte.

Pero cuando uno está frente al amor de su vida,
las palabras suelen no fluir como debieran
Y toda la poesía, los libros, el arte que surgiría
en otras condiciones, no da señas de existencia, no brota.
Me contenté con decirte “No tomes decisiones aceleradas
Como queriendo decirte que  (cuando te sueño) estamos destinados,
que no en vano vibras, sonríes y respondes a mis besos,
Que quien sea que te acompañe en tu andar
jamás se entregará a ti como yo lo he venido haciendo
-a través de realidades, incertidumbres, quimeras-
desde que fusionamos, una noche eterna, los labios, las almas.

Como un perpetuo vaivén de las olas sobre la arena
esta noche has vuelto a mis sueños.
No te he invitado, y sin embargo volviste.
No ha sido cierto, es cierto, pero me ha hecho sentir más vivo.

Sí, definitivamente.
Si soñarte es un error, quiero volver a cometerte.