Cuento

Este lindo lunes de octubre, Tangerine me pidió entretenerla "a partir de las 11am".

Lo que el lector encontrará abajo, es tan sólo una réplica de lo que compartí con ella.

Critíquese, búrlese o imagínese, pero sobre todo, disfrútese...

Cuento de la Primavera de Vivaldi, ropa en el tendedero, perro y elemento sorpresa

por Luis Enrique Aguilera Servín

Érase una vez un tipo que solía escuchar a Vivaldi y ver a su madre colgar la ropa recién lavada en el tendedero. Era una escena casi gloriosa; la ropa goteaba y los crescendos y allegros de Antonio daban la impresión de primavera (éste era el título de la pieza, pero nuestro sujeto lo ignoraba).

El perro corría por el patio, y el padre del sujeto grababa cada movimiento de su hijo; éste no tendría más de tres años, y helo allí admirando lo fugaz del momento. Algo llamó su atención: el perro venía de hacer de las suyas a medio patio, dejando tras de sí un par de elementos cafés bizarros. Acudió el infante a ver qué era aquello. Sin dudar de la bondad del can, el niño decidió probar el sabor de los elementos dejados atrás por Jerónimo, nombre del animal. El padre había dejado al niño en libertad de actuar, pero al notar el peligroso acercamiento con el elemento sorpresa, tuvo que detener la grabación, y acudió a evitar la ingesta.

Fin