Reímos, contamos, cantamos.
Todo ello ya fue
queda tan sólo el recuerdo
de una noche alegre.
Y este fuego
otrora incandescente
asoma apenas sus débiles brazas
sin dejarse morir.
Vi subir el humo
hacia las estrellas
como si enviáramos señas
a mundos ajenos.
Arde una vieja fogata
-ya débil y tenue-.
Veo los carbones apenas
en la densa obscuridad.
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